MARÃA, MADRE DE LA MISERICORDIA


"Dios te salve, Reina y Madre de misericordia..." Durante siglos la gente ha invocado a María bajo este título y ahora, en tiempos modernos, el Papa Juan Pablo II nos la ha presentado nuevamente para subrayar el papel singular que María desempeña en el plan eterno de misericordia que Dios tiene preparado. En su encíclica Rico en misericordia, el Papa dedica una sección entera a María, "La Madre de la Misericordia". Explica que es ella quien tiene el entendimiento más profundo de la misericordia de Dios y es ella, más que nadie, quien más mereció y recibió la misericordia. Llamada de forma especial a compartir la misión de Su Hijo, donde Él revela Su amor, Ella sigue proclamando la misericordia de Jesús "de generación en generación".



“Yo soy no sólo la Reina del Cielo,sino tambiénla Madre de la Misericordia y tu Madre.”
Soy Madre de todos gracias a la insondable misericordia de Dios.”

P a r a S or Faustina, María era una fuente perpetua de la misericordia de Dios, como madre, tutora, instructora e intercesora. De María recibió el regalo especial de la pureza, la fortaleza en momentos de sufrimiento e innumerables lecciones en la vida espiritual. "María [es] mi instructora", escribe Faustina, "que me enseña siempre cómo vivir para Dios". "Cuanto más imito a la Santísima Virgen, tanto más profundamente conozco a Dios". "Antes de cada Santa Comunión, ruego fervorosamente a la Madre de Dios que me ayude a preparar mi alma para la llegada de Su Hijo". "Ella me ha enseñado a amar interiormente a Dios y cómo cumplir Su santa voluntad en todo". "Oh María, Madre y Señora mía... pongo todo en tus manos,". "María, Tú eres la alegría, porque por medio de Ti, Dios descendió a la tierra [y] a mi corazón".